La primera decisión a tomar dentro de un plan de marketing ferial será el espacio donde estará situado el stand. Esta decisión afectará a muchos de los pasos siguientes, y definirá gran parte de la estrategia futura. Es por eso que es una decisión que no debe tomarse sin un buen análisis y una adecuada reflexión.
Uno de los primeros factores a tener en cuenta es que la reserva de espacios se hace con antelación, mucha antelación. Esto dependerá mucho de la feria y su recorrido o resultados, pero generalmente, cuanto más demoremos la reserva del espacio, más complicado será conseguir el que queremos.
Vamos a partir de una situación estándar, en la que nos disponemos a reservar nuestro espacio con tiempo. Algunos espacios están cogidos, pero hay gran disponibilidad todavía. ¿En qué hay que fijarse para tomar la decisión correcta?:

1. Las vías de tráfico

La primera variable que debemos analizar son las vías de tráfico, es decir, por donde pasa la gente al visitar una feria. Al igual que una ciudad, un pabellón tiene vías principales que se van ramificando a “calles” más pequeñas. Lógicamente, las principales coinciden con la entrada a la feria, y profundizan recto mínimo hasta la mitad del pabellón. Es por eso que estas dos vías son las más atractivas a la hora de reservar un espacio, ya que nos garantizan que más gente verá nuestro stand y, por tanto, podremos captar a más potenciales clientes.

2. Los puntos de atracción

Para distribuir el tráfico de forma más equitativa, las ferias recurren a salas y espacios comunes para ofrecer tanto espacios de distensión como de formación con charlas y seminarios. Estos espacios deben ser observados, así como los contenidos que ofrecen. Es seguro que estos contenidos atraen un buen número de tráfico, pero si además los contenidos ofrecidos en esa zona tienen un alto grado de correlación con los servicios que ofreces. Estarás ante un público mucho más receptivo a tu producto.

3. El tamaño del espacio y su relación con otros stands

Una vez definida la zona que nos interesa, habrá que seleccionar un espacio de los que se ofrecen. Este deberá estar adecuado al presupuesto que tengamos en la feria (de nada sirve tener un gran espacio si no podemos permitirnos un gran stand). Además del tamaño, hay que fijarse en la posición relativa con otros stands:

  • Isla: un stand que no comparte espacio con ninguna otra marca, cuenta con acceso desde pasillo por los cuatro lados. Suelen ser los espacios más grandes y vistosos y estar en las mejores localizaciones del pabellón.
  • Península: conectado por un lado con otro stand, que suele ser la pared trasera. Son espacios de tamaño similar a las islas o algo más pequeños, y comparten las mejores zonas con los stands tipo isla.
  • Esquina: situados en el borde de una zona, comparten dos paredes con otros espacios, dejando sólo dos para el acceso. Cuentan con tamaños muy variados, pero suelen ser más pequeños que los anteriores. Se encuentran tanto en zonas atractivas como espacios de poco tráfico.
  • Interior: comparten 3 paredes con otros stands, dejando sólo uno para la entrada de clientes. Son los espacios más pequeños de la feria, y se encuentran repartidos por todo el pabellón.

Teniendo todos estos factores en cuenta, y ponderándolos con el presupuesto asignado a la feria, podrás seleccionar el espacio idóneo para tu empresa, y empezar a contactar con proveedores para el diseño y construcción de tu stand.

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